NOTAS
¿Cuáles son los beneficios del colágeno hidrolizado?
¿Qué es el colágeno hidrolizado?
El colágeno en estado puro, antes de ser sometido a manipulación alguna, es la proteína que mayor protagonismo alcanza en el organismo humano, aunque está bastante disperso por los diferentes órganos y tejidos. El colágeno es muy abundante en cartílagos y huesos y también está presente en tendones y ligamentos. Además, tiene un papel imprescindible en la construcción de las células dérmicas, así que es imprescindible para crear firmeza y tensión en el cutis y reducir o prevenir arruguitas.
Ahora bien, el colágeno puro es una proteína de gran tamaño, por lo que es difícilmente asimilable por el organismo. Cuando el colágeno es sometido a hidrólisis enzimática (obteniendo colágeno hidrolizado), sus moléculas se hacen de menor tamaño y, por tanto, logra atravesar las paredes del intestino y llegar a los tejidos.
¿Por qué deberías tomar colágeno hidrolizado?
A partir de los 30 años los niveles de colágeno descienden y llegan las líneas de expresión, las arrugas y la falta de elasticidad. El colágeno, además, no tiene sólo una función estética pues es el soporte estructural del organismo, por lo que es indispensable para tu salud al ser necesario para los pulmones, el hígado, el bazo, los músculos, los vasos sanguíneos, los dientes… Así que:
- Es ideal para adultos que han superado los 50 años. Si lo combinas con vitaminas C, B2 y B6, magnesio o ácido hialurónico, el colágeno es genial para potenciar la salud de tus articulaciones.
- El colágeno es esencial para las personas que practican deporte. El entrenamiento puede desgastar, deteriorar y dañar los ligamentos y las articulaciones. El colágeno es genial pues:
- mejora la recuperación de las posibles lesiones,
- reduce los dolores articulares y la inflamación de las articulaciones,
- mantiene la densidad de nuestros huesos,
- mejora la resistencia y fortaleza de nuestras articulaciones, tendones y ligamentos,
- es determinante a la hora de transmitir la fuerza de los músculos.
- Sobre los 25 años, empezamos a perder colágeno, aunque de forma muy sutil. La disminución de esta proteína mantiene a partir de entonces una reducción sostenida. A partir de los 30, cada año, la cantidad de colágeno en nuestro cuerpo disminuye un 1 %. Y es a partir de los 50 donde esta disminución es aún mayor. Esta bajada de nivel provoca:
- pérdida de la elasticidad y la firmeza de la piel, por lo que aparecen estrías, arrugas, flacidez…
- dolores musculares y articulares, sobre todo en la articulación de la rodilla,
- incremento de la porosidad del hueso, debido a una descalcificación como consecuencia de la pérdida de las sales cálcicas que están adheridas al colágeno.
Fuente: promofarma.com